miércoles, 15 de febrero de 2012

X.



Letras que se degradan hasta convertirse en otras con distinto punto de encuentro. Esperanza.
Mujeres vienen y van aunque algunas se quedan de por vida
donde no habita el olvido, cerca del frío del invierno y del calor producido por frotar los recuerdos contra la almohada...donde siempre te he preferido. Donde los sueños duermen inquietos entre soledad y ruina, donde morí y renací gracias al brillo en tu pupila negra, donde te espero, infectando el ambiente de amor, humo y soledad.
Vías interminables sobre las que viajaba nuestro tren, vagones llenos de corazones inertes que esperaban llegar a su destino y el mío a punto de salirse del pecho como si quisiese fugarse a un lugar mejor. Ingenuo...
Nunca había saboreado un atardecer tras el cristal de un tren de ese modo, para bien o para mal, por tu sonrisa o mi locura, por la mirada que no supe definir y por la sensación amarga pero dulce que explotaba dentro de mí (Sobran las palabras por eso no me extenderé demasiado).
Hoy es día de escribirte, como otros tantos, con una nueva excusa entre mis líneas pero con más razones de peso que de costumbre, no por la fecha sino por mi palpitar.
Para ti o para ella, qué mas da, sólo lo hago por buscar mi tranquilidad.

3 comentarios:

  1. Después de pasar un rato largo leyendo, y acabar viendo toda tu galería de flickr, lo único que se me ocurre decir es: quién eres y donde has estado toda mi vida!? joder, no te conozco, pero ganas no me faltan

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