domingo, 29 de septiembre de 2013

Desde las entrañas.

¡Qué bien sientan los petas mañaneros! Te activa, te inhibe, te sube y después de un tiempo te…cojo soltura al bolígrafo, escribo casi ilegible como el médico recetando drogas a las viejecitas hipocondríacas que  lo frecuentan con algún dolor nuevo. Pero ya moriréis de cáncer a causa de toda la destrucción que creasteis al construir altas torres de hormigón y codicia con bandera, patria y religión en la que protegeros de otros humanos inhumanos como vosotros. Disparando sin aviso, amparados por la ley. Por eso la justicia es ciega y la balanza hace mucho que está rota.

Y así viven su asquerosa vida, asfixiándose lentamente en esa atmósfera tóxica lejos del humo de plantas medicinales, sedados por la ignorancia y controlados a través de ella por los de arriba, los súbditos de otros súbditos de los iluminados que contemplan en bis a bis el ojo de la pirámide construida con dinero verde.

Aquellos que dictaron que los billetes de papel tenían valor son igual de culpables que los perdedores que lo asumieron sin morir en la lucha al intentar conseguir su libertad. Pocos fueron los locos que se atrevieron a inmiscuirse en su ser y explorar cada recoveco  en profundidad. Encontrar, destruir, expandir y construir nuevas barreras en libre albedrío con el fin de alcanzar un orden y desde sus vísceras tranquilidad.

Suena a utopía para oídos de los que viven en plena lucha interna, esos que son conscientes de que todo cambio debe de hacerse de dentro hacia fuera.


Fluyendo en borradores.