¡Qué bien sientan los petas mañaneros! Te activa, te inhibe,
te sube y después de un tiempo te…cojo soltura al bolígrafo, escribo casi
ilegible como el médico recetando drogas a las viejecitas hipocondríacas
que lo frecuentan con algún dolor nuevo.
Pero ya moriréis de cáncer a causa de toda la destrucción que creasteis al
construir altas torres de hormigón y codicia con bandera, patria y religión en
la que protegeros de otros humanos inhumanos como vosotros. Disparando sin
aviso, amparados por la ley. Por eso la justicia es ciega y la balanza hace
mucho que está rota.
Y así viven su asquerosa vida, asfixiándose lentamente en esa
atmósfera tóxica lejos del humo de plantas medicinales, sedados por la
ignorancia y controlados a través de ella por los de arriba, los súbditos de
otros súbditos de los iluminados que contemplan en bis a bis el ojo de la
pirámide construida con dinero verde.
Aquellos que dictaron que los billetes de papel tenían valor
son igual de culpables que los perdedores que lo asumieron sin morir en la
lucha al intentar conseguir su libertad. Pocos fueron los locos que se atrevieron a
inmiscuirse en su ser y explorar cada recoveco
en profundidad. Encontrar, destruir, expandir y construir nuevas
barreras en libre albedrío con el fin de alcanzar un orden y desde sus vísceras
tranquilidad.
Suena a utopía para oídos de los que viven en plena lucha
interna, esos que son conscientes de que todo cambio debe de hacerse de dentro
hacia fuera.
Fluyendo en borradores.
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