Los
vestigios de mi persona sólo son las cenizas de mi presente, y hoy, sopla el
viento.
Absortos al paso del tiempo consumimos nuestro
amor hasta extinguirlo y nos quemamos al jugar con la hipocresía; sangramos lo
escrito y vivimos lo que nunca se ha escrito, creamos el concepto de primavera
y reinventamos la idea de libertad. Pura añoranza.
Vivimos continuamente sometidos a mentiras
e hipocresía oculta tras variopintas fachadas: Políticos justificando el
aumento de la edad de jubilación por la crisis cuando banqueros se jubilan con
pensiones de casi 90 millones de euros, mujeres que sueñan un amor de película
americana y acaban interpretando un corto mediocre de porno casero, o
mismamente nosotros. Nosotros somos la prueba más tangible, sólo tenemos que
mirarnos al espejo sin prejuicios.
Cuestionaron nuestros cálculos y les demostramos que el amor es
a prueba de balas. Cuestionamos nuestras capacidades y giramos mareados
vomitando perspectivas, cuestionando cuestiones descontinuadas, discontinuas
discusiones nunca olvidadas.
Me
engañé a mí mismo y enturbié el agua de la que bebía cuando el olor a mentira
de tu boca volvió a ser omnipresente. No es mi culpa, yo sólo quería ser feliz.
Gracias.
Al final todos encontramos lo que buscamos pero de distinta
forma. Ni los espejos cóncavos ni convexos del callejón del Gato podrían
cosificar de tan grotesco modo la perfección de cada instante, pero tú te
atreviste. Deshiciste los nudos que ataban el barco del amor anclado en el mar
del romanticismo y me salvaste de morir ahogado secando toda el agua. Dejaste
al descubierto el fondo. Ruina y soledad.
Quizás no fuese la manera más adecuada de hacerlo…quizás…quizás…
Y aquí estoy yo. Susurrándole a la vida
–“Puta, hoy el mundo es mío”- mientras dejo que todo fluya. Sentado en un sofá
retro de los ochenta, con el tiempo dándome otra oportunidad y la certeza de
saber que las cosas nunca cambian.
Una habitación con un gran ventanal deja
pasar los tímidos rayos de sol que se cuelan entre las nubes. El viento
entrando por la ventana, los pies encima de una mesa de cristal y el vaivén en
mi cabeza a causa del sueño y las drogas. Insomnio, reflexiones y el portátil
sobre las piernas frente a un nuevo desafío: Yo mismo.
Martes
19 de Abril de 2011
Y ahora que te has encontrado, enfréntate a ti mismo.
ResponderEliminarHe encontrado tu blog de casualidad.. y escribe genial, en serio.
Me seguire pasando por aquí. (:
Sigue así y mucho ánimo!
Besos desde:
http://www.sicatorcevidasondosgatos.blogspot.com/
Buscarse, encontrarse y perderse, siempre el mismo ciclo sin encontrar el final, sólo el aparente. Suerte que de vez en cuando nos estancamos en el punto más estable.
EliminarMe alegro de que te haya gustado, sólo soy yo.
Un beso!
Sublime, sublime, sublime!
ResponderEliminar:$
Eliminar