lunes, 24 de diciembre de 2012

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Ya pasaron 500 noches y unos cuantos días menos de verano. De exilio media vida, de olvido algún segundo, de "tú y yo" un sueño casi eterno como tus pestañas.
Me pregunto porqué iba a cerrar la única puerta que me conecta contigo si ya no vivo dentro de ella. Si cada vez que me asomo te encuentro sonriendo con la cabeza apoyada sobre mi pecho, o en la lejanía, mirándome con un gesto aparentemente inexpresivo, forzándome a indagar dentro de tus ojos para encontrar alguna respuesta nítida.

Imaginarlo no es lo mismo que vivirlo, de eso somos conscientes desde que soñamos con aquello que quisimos, que tuvimos, que queremos, que añoramos...que no tenemos.

Y mi vida se resume en eso, buscar algo que me llene y me explote por dentro como el conocimiento, algo que pinte las paredes de mi ser de un color vivo o menos grisáceo que el actual. Despacio, pero sea el color que sea aprenderé a vivir con ello.
Voy a empezar a escribir suicidio en papeles de OCB, pegar trozos de poemas que rompí durante el invierno, fumarme otra depresión y dolerte como sólo tú sabes doler.
Recordarte como sólo yo sé recordar, con la motivación del primerizo y la pasión del experto. Amarte como en esos años de verano, cogerte de la mano y correr juntos por cada esquina de esta ciudad. Escapar del frío entre abrazos y besos en portales. Suena delicioso.

Voy a reinventarme o intentarlo para no morir de nuevo. Me estoy cansando.

PD : Ven y sácame de aquí.

3 comentarios:

  1. la vida es una búsqueda constante de lo inexistente.
    Tienes un blog interesante, piérdete en el mientras buscas los motivos.

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  2. ¡Hola! me ha gustado la metáfora de que no puedes cerrar la puerta, la única puerta que te une a ella; eso a mi me parece un recuerdo, cerrar, intentar olvidar un recuerdo.
    Creo que algo muy complejo, igual que lo es dejar de sentir por el que más sentiste.

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    1. Mis textos suelen oler a recuerdo pero nunca a olvido. Soy consciente de que las puertas y lo que esconden siempre estarán ahí, más o menos tangibles, nítidas o llenas de polvo pero todas con un pomo para poder abrirlas y entrar cuando se quiera.

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