Las mujeres son como
una botella con ron: Algunas mejoran con el paso de los años y otras se vuelven
amargas, te incitan desde la estantería a que las cojas y pongas todo tu empeño
y voluntad en ellas, cuestan dinero, producen adicción, te tienen un tiempo
bajo los efectos y se acaban cuando menos te lo esperas.
Y sin darte cuenta te
despiertas tirado en una acera a las seis de la madrugada, sin saber dónde
estás, vomitando todo lo que bebiste y con una resaca bestial.
Podrías aprovechar el mismo escrito cambiando el sustantivo "mujeres" por "hombres".
ResponderEliminarClaro, pero la resaca no sería la misma.
EliminarQué bueno (y que razón llevas).
ResponderEliminarTienes un blog muy interesante :)
¡Saludos!